CURSO DE MUSEOGRAFIA

Durante los meses de junio, julio y agosto participe en un curso sobre museografía, un tema que me tiene muy interesado desde mi participación en el proyecto de museo para el observatorio del parque Tangamanga. 
Mi principal objetivo era conocer más bibliografía y experiencias con respecto al tema y ampliar mi documentación para investigaciones y proyectos futuros. durante las conferencias y obtuve varias revelaciones interesantes sobre el funcionamiento tras bastidores de los museos. 


Este texto no es un trabajo académico en sí mismo, sino una memoria personal acerca de mi experiencia durante las conferencias y lo aprendido de los materiales consultados.

EL DISCURSO DEL MUSEO

Los museos son instituciones de índole relativamente reciente, (no más de 273 años) que se cuentan desde la fundación del museo británico en 1750, y la consolidación con la posterior apertura del museo del Louvre en 1792. Son descendientes directos de los Gabinetes de Curiosidades: galerías que podían ser encontradas en los palacios y casas de personas acomodadas, esto desde la Edad Media, y que constituían un espacio para exponer colecciones de índole variada, producto de la acumulación de artefactos y regalos que podían extenderse por generaciones, y que en la mayoría de los casos no poseía ninguna intención clasificatoria (Asuaga, 2008). Estos gabinetes eran de índole privada, de manera que las piezas sólo podían ser vistas por un grupo muy pequeño de personas.

La gran revolución del museo fue crear un medio de comunicación pedagógico de acceso público que usara las colecciones como elementos de referencia para expresar discursos ideológicos.

Los primeros grupos de museos que surgieron fueron: los museos de historia natural (con las exhibiciones de muestras de animales y plantas), los museos históricos-enciclopédicos, compuestos de artefactos con valor histórico o relevancia científica, muchos de ellos donados, recuperados después de conflictos militares e incluso saqueados de sus países de origen, y el museo artístico, que mantiene galerías repletas de obras, cuyo valor curatorial está más relacionado por su importancia estética-discursiva.

Dentro del pensamiento colectivo, los museos son instituciones muy sólidas que justifican su existencia en su misión de adquirir, resguardar y exhibir los REFERENTES PATRIMONIALES1 (Barañano & Cátedra, 2005), y más que ningún otro medio de comunicación, tiene el potencial de afectar nuestra percepción del pasado.

Esto tiene implicaciones que se observan hasta la actualidad; por ejemplo, el “blanqueamiento” de las esculturas griegas y romanas hizo que muchos escultores renacentistas decidieron esculpir sin colores, algo que siguió afectado las representaciones históricas hasta la fecha, donde se sigue

imaginando a Roma como una gran urbe blanca-marmolada.


Esta legitimidad entrega un gran poder a un número muy limitado de personas para definir lo que puede o no considerarse un referente cultural (Crimp, 1985) (Lafón, 2021), y en el origen de los museos existía poco tratamiento intelectual-científico en el desarrollo de los discursos curatoriales, lo que se tradujo en todo tipo de segregaciones basados en mentalidades de la época o sesgos cognitivos que no se discutían, que están patentes en las acciones de curadores de principios del siglo XIX, que intentaron “editar” u ocultar deliberadamente piezas que no se ajustaban a sus cánones morales, como demuestra la existencia del “gabinete secreto” del Museo de Nápoles, donde se alberga una gran cantidad de arte erótico de las ciudades de Pompeya y Herculano, considerado no apropiado para la sensibilidad de los primeros visitantes del sitio arqueológico.

La capacidad de afectar la percepción sobre el pasado también afecta la percepción de las etnias ajenas a un “eje cultural" (El Cultural, 2019). Los museos son instituciones que fueron desarrolladas por estados eurocéntricos y de índole colonial, que deliberadamente acentuaron la percepción de una inferioridad cultural de las etnias no europeas, planteando su paulatina desaparición al ser reemplazadas por la civilización industrial (Herrán, 2022).

Hasta la actualidad, cada vez que el curador de un museo decide exponer o resguardar una pieza de una colección, suele haber importantes revuelos mediáticos. Estos conflictos han revitalizado la discusión sobre los museos y su papel social, lo que ha dado importancia a la formación de curadores con metodologías más objetivas y a su vez más aterrizados con las realidades sociales actuales.
Esto se manifiesta en la aparición de ejercicios como el museo de conciencia social, los museos científicos-interactivos y las galerías públicas de arte moderno, que expanden las posibilidades expresivas del museo (Lafón, 2021).

[1] Los referentes patrimoniales, son los elementos muebles que se consideran hitos o evidencias clave de un modo de vida o idea de una época de acuerdo a los criterios del expositor

Administración de un museo

Las áreas de integración de un museo son 4:

  • La Comisaría: que corresponde al representante de la custodia legal del museo, tanto del inmueble como de la colección, y es el responsable de las relaciones del museo y el manejo de los recursos de la institución.
  • La Curaduría: es la sección responsable de generar los discursos museográficos, la temática de la colección y realizar la solicitud de las piezas requeridas en función de una “investigación fenomenológica” que pretende encontrar los valores de consumo local pertinentes para el museo.
  • Área de conservación: son los especialistas que tras bambalinas dan mantenimiento preventivo y correctivo a las piezas para extender su duración, y establecen los criterios técnicos de conservación durante la exposición.
  • Área Museográfica: el conjunto de diseñadores y especialistas que desarrollan el montaje, material expositivo y recorrido de las obras (guion expo-gráfico).



Museografía

Conjunto de técnicas desarrolladas para llevar a cabo todo lo relacionado con el montaje de una exposición como el acondicionamiento del espacio, el diseño de los elementos gráficos, la conservación de las obras y las medidas de seguridad durante su exhibición. La museografía da carácter e identidad a la exposición y propicia la comunicación entre la pieza y el visitante de manera visual e íntima (INAH, 2017).
El área de museografía de los museos suele estar compuesto por creativos de toda índole, y destacan arquitectos, diseñadores industriales y gráficos, que son los responsables de coordinar la construcción de los diferentes elementos museográficos.
Hasta el momento no existe un perfil profesional de esta área (El Cultural, 2019), debido, más que nada, al campo de trabajo relativamente cerrado. A este grupo, que tradicionalmente maneja materiales, se le ha ido sumando otro conjunto de profesiones, como desarrolladores de software y hardware, para los elementos interactivos que suman a la complejidad tecnológica de los museos.
Una lectura más que obligada sobre el tema es el siguiente manual: Museos para todos


Museos para todos

Uno de los retos que enfrenta la museología actual es lograr la experiencia museística accesible para todas las personas, y esto requiere que dichas experiencias tomen en cuenta todo tipo de condiciones discapacitantes, para lo cual se intenta aplicar la filosofía del diseño para todos:


“Diseño para todos es el diseño que tienen en cuenta la diversidad humana, la inclusión social [...] se define como la intervención ejercida en el entorno construido, en el producto, en la comunicación visual y en los servicios con el fin de ofrecer las mismas oportunidades para para todas las personas, teniendo en cuenta la diversidad de los individuos y la adaptación de los nuevos tiempos. “ (ArticketBCN, 2010);

  • FLEXIBLE: poderse adecuar a una amplia gama de preferencias y habilidades individuales
  • INTUITIVO: fácil de entender independientemente del contexto y experiencias.
  • PERCEPTIBLE: intercambiar información con el usuario tomando en cuenta sus capacidades sensoriales
  • TOLERANTE A ERRORES: minimizar las acciones fortuitas que puedan tener consecuencias no deseadas.
  • NO CAUSAR ESFUERZOS FÍSICOS: evitar el agotamiento físico y postural de los visitantes.
Para asegurar que los recorridos museísticos sean accesibles, se deben realizar simulacros y verificar que no existan obstáculos o flujos engañosos que alteren la experiencia. 



DISCUSIÓN

Este segmento es una opinión que fui formando sobre el tema mientras revisaba la bibliografía y atendía el curso. A mi parecer, hay un hueco argumental dentro del concepto de MUSEOGRAFÍA y los autores tratan de separarlo de cualquier otra manifestación EXPOGRÁFICA que los seres humanos hemos desarrollado de manera natural: intentan que la expografía sea parte del esfuerzo museístico, aunque la perspectiva que fui formando con la lectura y el análisis de mi entorno sugiere que es al revés: el museo debería considerarse parte de un discurso de contenido que existe dentro del ancestral comportamiento antropológico de exponer colecciones.

La idea de la exposición no es exclusiva de los museos, en estos el objetivo es pedagógico, pero no debe dejarse de lado que hay otros tipos, como la comercial, donde se muestra la colección o galería de productos que se ve en un almacén, o los coleccionables, de propósito recreativo, que se exhiben en una sala de estar y hacen uso de las mismas estrategias: un recorrido y herramientas de exposición. Parece que hay un intento de que la definición de museo se extienda a otras áreas u otro tipo de exposiciones, como las experiencias virtuales o las cyber creaciones (Bellido Gant, 2005), pero sólo generará una banalización del concepto de museo, pues es como intentar imaginar una exposición de libros, que puede ser igualmente una biblioteca o una librería. Creo que eventualmente ciertas experiencias expográficas requerirán su espacio separado, con GALERÍAS más flexibles y ya no podrán ser consideradas museos, como se observa en el caso de las exposiciones científicas infantiles, que ya no requieren ese esfuerzo del área de conservación, muy característico del museo histórico del siglo XIX. En ese sentido los EXPÓGRAFOS, tendrán que separarse del museo para realmente evolucionar hacia una disciplina técnica-artística.

 

BIBLIOGRAFÍA


ArticketBCN. (2010). DISEÑO DE EXPOSICIONES Y ACCESIBILIDAD.

Asuaga, C. (2008, marzo). La Gestión Museística, una perspectiva histórica [MPRA Paper]. https://mpra.ub.uni-muenchen.de/13748/

Barañano, A., & Cátedra, M. (2005). La representación del poder y el poder de la representación: La política cultural en los museos de Antropología y la creación del Museo del Traje. Política y Sociedad, 42(3), 227-250.

Bellido Gant, M. L. (2005). Museos y arte digital. Mus-A: Revista de los museos de Andalucía, 5, 31-33.

Crimp, D. (1985). Sobre las ruinas del museo. En La posmodernidad (pp. 75-92).

El Cultural (Director). (2019, octubre 2). De la idea al espacio: Cómo diseñar una exposición. https://www.youtube.com/watch?v=h0hCYOkhfEA

Herrán, M. (Director). (2022, junio 9). La mayor escena del crimen del mundo: Museos, antigüedades y restitución. https://www.youtube.com/watch?v=dBq_nBUrNns

INAH. (2017). Museografía. En Diccionario Ilustrado del INAH. https://www.youtube.com/watch?v=QD7KT02MECw&embeds_euri=https%3A%2F%2Fmail.google.com%2F&embeds_origin=https%3A%2F%2Fmail.google.com&feature=emb_logo

Lafón, Z. (2021). Cómo visitar una exposición temporal. Diferencias con la exposición permanente—YouTube. https://www.youtube.com/watch?time_continue=241&v=WQ-bUZfeVp0&embeds_euri=https%3A%2F%2Fmail.google.com%2F&embeds_origin=https%3A%2F%2Fmail.google.com&feature=emb_logo



Comentarios

  1. Me parece una publicación muy interesante y me gustó por la cantidad de información y la claridad en los conceptos. Creo que como toda actividad humana, la exposición va evolucionando según los contextos y las tecnologías en que se practica.

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